John Davis
John Davis nació en EEUU en 1921. Era nativo de Brooklyn y sirvió en el ejército durante la II guerra mundial. Es famoso porque gano dos medallas de oro, en las olimpiadas de 1948 y 1952 respectivamente.
Fue el primer hombre en superar la barrera de los 180kg en un levantamiento en dos tiempos. Además, en 1949 logro levantar las ruedas de apollon, de 166kg, en dos tiempos. Actualmente estas ruedas son levantadas en las competiciones de strongman. (Ver la foto de arriba, donde se le ve levantando las ruedas)
Algo muy llamativo de John Davis es que a pesar de ser un campeón olímpico, el entrenaba solo en el sótano de una iglesia, sin entrenadores ni ayudantes. Cabe destacar que entrenaba con lo mínimo, pues apenas usaba unas pocas barras y discos para sus entrenamientos. Pero eso no le impidió convertirse en uno de los hombres mas fuertes de su generación.
En Europa era también muy conocido y era apodado "L'Hercule Noir " (el Hércules negro).
John murió en 1984.
Aquí os dejo un enlace al video de John Davis levantando las ruedas, me gustaría conseguir el video y poder descargarlo, pero no he podido encontrarlo en mas sitios...
http://www.chidlovski.net/liftup/e_movie_theater.asp?vclip=34
Para mas informacion extra os dejo un articulo sobre Davis, sacado del magnífico libro del entrenamiento del dinosaurio:
John Davis es uno de mis dinosaurios del pasado favoritos. Este hombre fue uno de los atletas de fuerza más grande de todos los tiempos. Ganó el campeonato nacional de halterofilia de Estados Unidos doce veces, ganó el campeonato del mundo seis veces, el título olímpico en dos olimpiadas – y esta fue una carrera interrumpida por la Segunda Guerra Mundial. De no ser por la guerra, sin duda habría ganado TRES medallas olímpicas de oro.
Davis fue el primer hombre en la historia en hacer dos tiempos con 180 kilos en una competición oficial rompiendo esa barrera con un levantamiento de 182 kilos el 16 de Junio de 1951 en Los Angeles, California. No fue derrotado en competición oficial desde el 23 de Octubre de 1938 hasta el 30 de Agosto de 1953, cuando el gigante canadiense Doug Hepburn le destronó como campeón mundial en Estocolmo, Suecia.
Davis fue uno de los tres o cuatro hombres en la historia (los historiadores discuten el número) en levantar las Ruedas de Apollon por encima de la cabeza, realizando esa hazaña el 13 de Septiembre de 1949. Las Ruedas de Apollon eran un par de enormes ruedas de tren. Pesaban 166 kilos y estaban conectadas por un eje de 4.8 centímetros de diámetro. A efectos prácticos, la rueda era una barra con un agarre de 5 cm.
El 13 de Septiembre de 1949, ¡Davis hizo DOS TIEMPOS con las Ruedas! ¡La mayoría de los hombres fuertes serían afortunados de hacer peso muerto con ellas! He visto la cinta de ese levantamiento y es una de las hazañas de fuerza más inspiradora que puedes imaginar. Lo que Davis hizo en ese día de la posguerra en Francia, cerca de hace 50 años, está considerada como una de las hazañas más grandes de fuerza de la historia.
CÓMO Y DÓNDE ENTRENABA DAVIS
Ahora fíjate en esto: Davis entrenaba en el más primitivo cuarto de entrenamiento – TODO POR SÍ MISMO – incluso durante los años en que era campeón mundial y olímpico y legítimo poseedor del título de “Hombre Más Fuerte del Mundo”. En abril de 1993 en la edición de THE IRON MASTER Osmo Kiiha escribe (pag. 11): “Durante muchos años Davis entrenó sólo en el sótano de la iglesia del vecindario, con un set de ejercicio viejo. Desde luego, también hacia rondas por los clubs locales para entrenar, pero el volumen de su entrenamiento era realizado sólo en el sótano.”
¿Puedes imaginar la imagen de uno de los mejores levantadores e indiscutiblemente el hombre más fuerte de su generación, moviendo hierro en cargada, press, sentadilla y press de banca con peso que sólo un puñado de hombres podía siquiera aproximarse, y haciéndolo todo sólo en el sótano de una iglesia de vecindario, usando una barra vieja en vez de una olímpica?
Davis no tenía ni entrenadores, ni patrocinadores, ni fans, ni compañeros de entrenamiento. Sólo tenía en equipamiento más básico. Para los propósitos prácticos entrenaba en una mazmorra.
El programa de entrenamiento de Davis era tan básico como su entrenamiento. Hacía cargadas, arrancadas, presses, sentadillas, presses de banca y virtualmente nada más. Entrenaba cuatro veces por semana. Sus entrenamientos duraban de 90 minutos a dos horas. Entrenaba sus cargadas, arrancadas y presses con una serie de series de calentamiento progresivamente más pesadas (bajando repeticiones según el modelo 6/6/3/3/1/1), seguido de ocho series de dos repeticiones con su peso de trabajo. Hacía cinco series de tres repeticiones en el press de banca y cinco series de cinco repeticiones en sentadilla. Muy básico.
LA PREGUNTA
Así que aquí está la pregunta: ¿Cómo pudo Davis construir el cuerpo más fuerte de su generación entrenando con cinco ejercicios en un programa abreviado con una vieja barra de entrenamiento en una esquina del sótano de una iglesia de vecindad, trabajando por sí mismo, sólo con el hierro, sin ningún entrenador, guía o asistente de ninguna clase?
LA RESPUESTA
Aquí esta la respuesta. Davis era un HOMBRE. Tenía entrañas, coraje, orgullo, tenacidad, fuerza de voluntad, y un deseo ardiente de excelencia en su deporte elegido. No necesitaba espejos para congestionar su ego tanto como congestionaba su cuerpo. No necesitaba conejitos de gimnasio contoneándose para decirle que “impresionante” parecía. No necesitaba un séquito para soportar sus esfuerzos.
Era capaz de hacer todo lo que necesitaba él solo, usando sólo la fuerza de su espíritu que venía de su interior.
Hoy en día, los chicos ponen excusas “no puedo ponerme grande porque tengo mala palanca en las articulaciones.” “No puedo hacer sentadilla porque tengo mal las rodillas” “No puedo hacer peso muerto porque tengo mal la espalda” “No puedo entrenar pesado porque no quiero hacerme daño – y por lo tanto, sólo quiero parecer fuerte” “No puedo hacer un buen entrenamiento porque mi gimnasio no tiene el último equipamiento” “No uso drogas, así que todo lo que puedo hacer es congestionar y tonificar” “No puedo permitirme los suplementos que necesito” “No he estado comiendo demasiado bien” “Hace mucho frío” “No pude dormir todo lo que necesitaba la noche pasada” “Tengo que estudiar para los exámenes” “Me duele el hombro” “Me duele el estómago” “Mi mujer me vuelve loco” “Mi jefe me gritó” “El trabajo fue extremadamente duro” “Mi venda para la rodilla está demasiado apretada” “Mi camisa de sentadilla está demasiado floja” “La barra está doblada” “El suelo es desigual” “Capricornio está en Virgo” “Me corté afeitándome” “Tuve un día duro en el trabajo – no puedo concentrarme hoy” “He tenido una pelea con mi novia – no puedo entrenar hoy” ¿Cualquiera de eso te suena familiar? ¿Cuántas veces has oído una o más variaciones de estas castañas?
¡JOHN DAVIS NO PONÍA EXCUSAS, ERA UN HOMBRE, LOS HOMBRES NO PONEN EXCUSAS!
Lo grande de John Davis es que entrenaba por sí mismo, no por otra gente. Entrenaba porque le GUSTABA entrenar. Entrenaba porque era su pasión. Entrenaba porque tenía una necesitada profunda y ardiente de levantar cada vez más peso en su deporte elegido que era la halterofilia. No estaba entrenando para la gloria. No estaba cazando medallas y trofeos, y ciertamente no era por dinero.
Lo hizo porque había una parte de sí que TENÍA que hacerlo.
Davis nunca puso ninguna excusa para saltarse los entrenamientos o para tener una sesión de entrenamiento relajada. Lo que él hizo con una barra era demasiado importante para poner excusas. Davis continuó e HIZO LO QUE TENÍA QUE HACERSE.
La mayoría de los chicos que levantan peso hoy en día no tienen la más absoluta idea de tipo de determinación que mantuvo John Davis dándole al hierro día tras día, semana tras semana, en una esquina solitaria del sótano de una iglesia. La mayoría de los chicos durarían un entrenamiento si entrenaran por ellos mismos. La mayoría de los chicos lo dejarían después de dos semanas si estuvieran forzados a fijarse a los cinco ejercicios realizados con la vieja barra de ejercicio.
La mayoría de los chicos nunca serán capaces de entrenar sin un constante bombardeo de ego de sus amigos y compañeros de entrenamiento.
Si quieres ser un dinosaurio, necesitas ser capaz de hacer lo que John Davis era capaz de hacer. Necesitas usar tu fuerza interior para seguir motivado. NECESITAS HACER TU ENTRENAMIENTO UNA COSA INTERIOR EN VEZ DE UNA COSA EXTERIOR – ALGO QUE HACER POR TI MISMO EN VEZ DE ALGO QUE HACER POR OTROS. Si no puedes hacerlo por ti mismo, eventualmente no lo harás – y lo que harás cuando vayas al gimnasio será llorar por el tipo de esfuerzo que harías si lo estuvieras haciendo por ti mismo.
lunes, 31 de agosto de 2009
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